En estudios previos, descubrimos diferencias en la capacidad de absorción de metales pesados entre poblaciones de la macroalga parda Fucus vesiculosus. Esto sugería que las algas de distintas poblaciones podrían haberse adaptado a la contaminación por estos elementos tóxicos.
El siguiente paso lógico era evaluar qué mecanismos moleculares son responsables de estas diferencias: diferenciación genética (variaciones en la secuencia de nucleótidos del ADN que determinan diferencias en su funcionamiento) o diferenciación epigenética (variaciones en las marcas químicas de la molécula de ADN que también determinan diferencias en su funcionamiento de forma independiente a las secuencias de nucleótidos).
Para ello, llevamos algas de zonas contaminadas a no contaminadas y viceversa, manteniéndolas durante 90 días, y analizamos la variabilidad genética y epigenética antes y después del experimento. Nuestros resultados mostraron diferencias genéticas entre las cuatro poblaciones estudiadas, aunque estas no explicaron las diferencias en la capacidad de captación de metales. Sin embargo, sí que observamos cambios epigenéticos en las diversas poblaciones en respuesta a en respuesta a cambios en las condiciones ambientales (es decir, trasplante fuera del lugar de origen).
Proponemos que tanto los mecanismos genéticos como, en cierta medida, los epigenéticos podrían incidir en el potencial adaptativo de esta especie al cambio ambiental, pero es necesario seguir estudiando esta cuestión.